Después del tremendo éxito que tuvo Chernobyl, la última miniserie de HBO, mucho se habló acerca de qué tan ciertos eran los hechos mostrados. Obviamente que la explosión del reactor nuclear número 4 de la planta estaba fuera de la discusión, pero los puntos polémicos eran otros: el impacto de la radiación en la zona y sus habitantes, cómo actuó el Estado Soviético ante la catástrofe, de quién era la culpa y la cantidad total de muertes, entre tantos otros.
Michael Shellenberger de la revista Forbes explica varios de estos puntos y critica de forma contundente la manera en que la serie muestra el impacto de la radiación, afirmando que la serie es exageradamente sensacionalista y que cae en la fobia nuclear. En el artículo trata de desmitificar el aumento de la cantidad de casos de cáncer que supuestamente hubo en Ucrania y Bielorrusia, el “contagio” de la radiación, la leyenda del “Puente de la Muerte” y los síntomas que mostraron los bomberos más expuestos según HBO. La conclusión de Shellenberger es que lo único que hace la serie es demostrar por qué la energía nuclear es la forma más segura de generar electricidad.
En un artículo de la revista LiveScience, el profesor Jim Smith muestra diez veces en que la serie se equivocó, entras las que se encuentran la historia de los mineros, los buzos, los liquidadores y los helicópteros. Una gran conclusión que vale la pena remarcar es la de que Chernobyl no es un documental, sino que es una dramatización del accidente. No se la debe ver esperando ser iluminado por todo lo que aparece en la miniserie de HBO.
Así está la ciudad de Prypiat hoy en día:
Lo más importante a tener en cuenta es que al fin y al cabo la serie relata un accidente nuclear sucedido en territorio soviético pero contado por una empresa norteamericana. A pesar de lo bien hecha que está, no hay que dejarse llevar por los datos que se muestran como si fueran todos ciertos, ya que hay varios estudios y artículos que desmitifican pasajes de la serie.